Metrópolis

Metrópolis

 

Metrópolis es una combinación del pasado y el futuro, que mezcla el diseño de arte típico de los cortos animados de fines de los ’30 con avanzados gráficos por com­putadora, para contar un drama con reminiscencias de la ciencia ficción de los anos ’30 y 40.

Esta versión de Metrópolis, estrenada en Japón en mayo de 2001, está dirigida por Rintaro (Shigeyuki Hayashi), quien fue uno de los primeros colaboradores de Osamu Tezuka en animación con guión de Katsuhiro Otomo.

El manga de Metrópolis fue publicado en Japón en 1949. Para entonces, el artista recién iniciado ya había llama­do la atención por su uso de efectos cinematográficos (acercamientos, ángulos inusuales de cámaras, etc.) y por sus dramas más cercanos a lo que se producía en Occidente, ni más ni menos que «el dios del manga», Osamu Tezuka. Tezuka a su vez se basó en una película homónima de Fritz Lang. Su historia era una síntesis de viejas películas de ciencia-ficción de un científi­co loco con planes de conquistar al mundo con su ejército de robots; un perse­verante detective privado, y una pareja de niños, uno de los cuales es -sin saberlo- una robot con aspecto de humano, pero su naturaleza robótica sobrepasa su inocencia y se vuelve destructiva.

Póster de la versión original de Metrópolis de Fritz Lang

Otomo y Rintaro replan­tearon aquella historia como más coherente y dramáti­ca. Así, ésta película se acerca más al concepto original de Lang, tanto en la representación de la ciudad como en el énfasis del argumento en una lucha de clases en­tre los obreros y la élite. Pero lo que retuvieron es el estilo artísti­co que mostraba Tezuka en el manga.

Metrópolis, el manga original de Osamu Tezuka

Los primeros cinco minutos de la película son sublimes. Comienza con una especie de corto noticioso típico de los años 30, en blanco y negro, mostrando al magnate Duque Rojo proclamando la cons­trucción de una nueva torre llamada Ziggurat. Entonces la pantalla se expande a un panorama realizado con CG de una ceremonia inaugural con personas celebrando en las calles, fuegos artificiales, etc. La imagen se mueve vertigi­nosamente hacia arriba, hacia abajo, y hacia fuera desde el interior de un inmenso rascacielos y continúa estableciendo los elementos principales del argumento.

Duque Rojo se encuentra junto al Presidente, y cuando los periodistas le preguntan a Duque si quiere entrar en la política, éste declara su total apo­yo a la administración actual; pero se hace evidente que ninguno confía en el otro. De pronto se oyen disparos, y un grupo de uniformados son vistos disparándole a un robot disfrazado de humano.

Los hombres de unifor­me son Marduks, un partido anti-robot que es en realidad un ejercito controlado por duque rojo; el prejuicio contra los robots se ha hecho más intenso a medida que más humanos que­dan desempleados debido a que son reemplazados por ellos, pero a pesar de su inteli­gencia, los robots no poseen ningún derecho de los seres humanos. Para evitar posibles levanta­mientos no se les permite tener nombres humanos o viajar sin un permiso especial.

Con el correr de la trama se descubre que Duque Rojo trajo al científico para crear una inteligencia artificial de última generación para controlar a una súper-computadora oculta en el Ziggurat. Duque Rojo insiste en que esta inteligencia se construya en la forma de un robot con la apariencia de su hija muerta, Tima, pero es activada sin seguir instrucciones por lo que quienes la descubren piensan que es una humana con amnesia.

Otra de las tapas de la Metrópolis moderna de Rintaro y Otomo

Tima tiene aventuras y además se encuentra en búsqueda de su identidad y lleva a preguntarse si es solo un robot, o su inteligencia la convierte en humana en un sentido moral, durante la historia se cuestiona si los robots deben ser considerados como individuos.

Es para destacar la importancia de la ciudad en donde toma lugar. Los fondos varían desde las oficinas, los palacios, hasta un distrito de entretenimiento, pasando por barrios pobres y superpoblados, todos en diferentes estilos artísticos. También las técnicas digitales son usadas para crear la sensación de una población multitu­dinaria.

Manga no Kamisama Osamu Tezuka (El Dios del manga)

Un elemento clave para establecer la atmósfera de las décadas del ’30 y ’40 es la música de jazz. La partitura original es de Toshiyuki Honda, uno de los intérpretes de jazz mas importantes de Japón de los últimos tiempos que incluye al director Rintaro en clarinete. 

 

Fuentes: Komikku, Wikipedia, Otros.

 

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